Miércoles, 6 de agosto de 2008
Ya ha llegado el día. Me voy a hacer el camino de Santiago. Me parece mentira, es un sueño hecho realidad. Creo que es la primera vez que hago algo sin que nadie me entienda. Llevaba muchos días queriendo empezar a escribir, pero ha sido materialmente imposible. La última semana de trabajo fue de locos y los últimos días en Ordesa, pues eso, de vacaciones.
Al principio hacer el camino, era una evasión, lo sé, pero ahora se ha transformado en otra cosa. Quiero que sea un “reset” en como he vivido hasta ahora ciertos aspectos de mi vida. También espero descubrir ese otro Juan Carlos que llevo dentro. Supongo que esto es lo que más quiero… redescubrirme, mirar hacia dentro y ver que hay.
Pero esto, hay que hacerlo solo y esa es otra de las cosas que busco, la soledad.
La soledad debería ser prescrita por los médicos de cuando en cuando… La gente no se conoce, no sabe como es en realidad. Yo no lo sabía, había cosas escondidas en mí que ahora estoy descubriendo.
Solo llevo un rato de tren y ya empiezo a disfrutar… Vamos por los monegros, y aunque parezca mentira, el paisaje tiene su encanto. Extensiones interminables de tierra yerma y sin cultivar, puro desierto. Pero no por ello deja de tener su gracia. Me recuerda a lo que me espera en Castilla, y me recuerda lo poca cosa que somos ante la grandeza de estos paisajes.
Ya estoy en Saint Jean Pied-de-Port. Es increíble, ya he hecho migas con dos murcianos, un gallego y un brasileño, con los que he compartido el taxi desde Roncesvalles. Hemos cenado una pizza y ahora después de la ducha a clapar. Por cierto, a empezado a llover… Vamos a dormir fresquitos y con la música del agua…
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