Ahora si que esto está “dat i beneït”. Mañana ya es la última etapa. Por una parte tengo ganas de acabar, de volver a casa… Pero por otra, voy a echar de menos el Camino. Poder charlar con la gente sin conocerla, echar una mano y dejar que te la echen… Cosas que la gente en la gran ciudad se muestra reacia a hacer. De todos modos lo intentaré. Hoy el día, como ayer, más o menos igual. He caminado solo todo el día y he pasado muchísimo calor. La verdad es que esperaba que en Galicia se estaría mejor, pero no veas también el calor que está haciendo… Hoy también ha estado bien, he conocido a un grupo con dos tíos cachondísimos de Lleida y Madrid y cuatro chicas de Madrid, me he ido a cenar con ellos y nos hemos echado unas buenas risas, sobre todo con Andrés, el madrileño… que tío más ocurrente… Y nada, así acaba el día antes de llegar a Santiago…
Más bosque
La flecha que he seguido durante 22 días
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